En los rituales, uno de los requisitos más importantes es quizá que las velas se extingan en órden inverso al del encendido- aunque no siempre sucede así, pues toda regla tiene su excepción, - por lo que deberás recordar el órden.
El mundo no se detendrá por un error de este tipo, pero es mejor tratar de evitar tal error.
Ten un libro de notas del ritual como compañero de tu diario de rituales, conteniendo un diagrama de tu altar, en el que escribas los ritauales específicos con números dentro de círculos que representan a las velas, sus posiciones, y el órden de su encendido.
En primer lugar, prepara el altar y las velas.
La habitación deberá estar lo más a ocuras posible, especialmente durante el día, con el fin de que te ayude a concentrarte.
Enciende el incienso.
Siéntate un rato en la oscuridad, contemplándolo, cerrando los ojos si lo deseas. Trata de imaginar que todo en la vida es así, oscuro, y entonces levántate y coge las cerillas, ya preparadas, y enciende una.
Trata de visualizar este pequeño acto como el principio:
"la oscuridad horadada por la luz".
Cuando la cerilla esté segura, enciende tus velas de altar diciendo:
" Y Dios vio que la luz estaba bien, y llamó a la luz díay a la oscuridad noche".
Si la cerilla se apaga antes de terminar de encender las velas, utiliza pajitas o bujías para transferir la llama de las unas a las otras.
Nunca enciendas las velas del altar con las velas menores.
Las úinicas velas que se encienden con cerillas diferentes son las negras, y nunca se utiliza la llama de otra vela para encenderlas ni se enciende otra vela con la de una negra.
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